El encuentro con la "carabela portuguesa" ha sido la noticia más destacada de la semana en nuestro blog. El año pasado hubo una plaga en el norte de España y cerraron las playas a cal y canto. Nosotros nos encontramos con la carabela y solo era una. No sabemos si es para alarmarse o no pero sí para tener precaución por las consecuencias de un roce con el animal o lo que sea. Que no cunda el pánico.
La realidad es que el año pasado ya sufrimos en Marbella la invasión de nuestras playas por las medusas comunes que, lejos de ser peligrosas, sí eran muy molestas (yo mismo sufrí una picadura que me duró tres meses). el caso es que buscando por internet me topé con varias fórmulas para controlar invasiones similares y todas pasaban por colocar redes para que no entraran en las zonas de baño. Entiendo que la solución es demasiado costosa, sobre todo en plena crisis pero los ciudadanos requerimos eso: soluciones. Pensamos que con la cantidad de agua proveniente de la lluvia y de los ríos la cosa iba a estar este año más comedida. Lo de la "carabela portuguesa" da a entender que no. Creo, en mi humilde opinión, que yo no soy nadie para indicar caminos, que los empresarios del sector turístico, autoridades, expertos, sabios, colegas, camaradas o quien se apunte, deberían tratar este tema con suficiente profesionalidad. No es de recibo que siendo, la Costa del sol, uno de los puntos turísticos de mayor entidad en el Mundo, no seamos capaces de dar soluciones precisamente a quienes vienen a disfrutar de nuestro sol y de nuestras playas. Por no decir los que vivimos y queremos disfrutar de las mismas, que al paso que vamos es la única diversión; al menos la más barata, por ahora. (por Francisco Roldán)
Lo que parece una vergüenza es que nadie haga nada
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