Ayer hablé con un amigo, discapacitado, quejándose del nulo caso que le hacen desde la delegación de Playas del Ayuntamiento, dirigida por el amigo Antonio Espada. Resulta que él vive en la zona de Los Granados (Puerto Banús) y la entrada a la playa más cercana está entre los dos kioscos que acaban de conceder este año en esa playa de Levante.
Aquí no termina el desaguisado, continúa: "otro problema que no solucionan-me dice el amigo- es que presentaron a bombo y platillo las muletas anfibias para discapacitados pero aquí no se ve una ni por asomo. Ya me he quejado a Playas muchas veces pero me hacen el mismo caso, ninguno". Y está en su derecho ya que vive junto a una playa que no puede disfrutarla, ni él ni muchos que se encuentran en su misma situación; la mayoría turistas que se acercan por una de las mejores zonas de Marbella, en teoría.
Curiosamente donde se dan cita el hambre con las ganas de comer, perdón el lujo con lo más selecto, el acceso para los discapacitados y "capacitados" está para contemplarlo. La fotografía lo deja claro, bordillos que parecen destrozados a dentelladas, ¿será que la lado hay un parque infantil y los monstruos lo destrozan todo?, lo dudo, más bien será que hay una dejadez extrema por la que todos los ciudadanos salimos perjudicados. El otro día me quejaba de los mil cuatro euros que me van a sacar por el IBI pero casi mejor me callo porque una amiga va a tener que abonar más de mil doscientos, si al final uno tiene suerte, ¿para esto pagamos los impuestos?
Y lo peor todavía no ha llegado. Al margen de no poder bajar para no tener que intentar subir posteriormente, algo imposible. ¿Para qué sirve una ducha totalmente inaccesible se mire por donde se mire? (a la foto de arriba os remito). Y si se diera el caso de que un discapacitado con sillas de ruedas, mi amigo por ejemplo, se la jugara bajando para quedarse en la playa hasta el día del Juicio Final por la tarde como carajo llegaría a la barra para tomarse la cervecita, con la calor que hace, por el minúsculo pasaje de madera que debería tener una medida mínima de 1,20 y no la tiene?. En fin, un cúmulo de desatinos donde la respuesta es de traca y cum laude: "total, hay otras dos entradas accesibles en la misma zona". Seguramente, esperemos que algún día cualquier responsable no tenga que verse en la misma situación, seguramente las piaría hasta conseguir lo que ahora niegan. Que paséis un feliz día, igual para los que dicen que mal hacemos por decir la verdad.(Francisco Roldán)
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