Está bien que el ministro de Economía español admita que el país pasa por un mal momento, debido al paro, la recesión y las escasas expectativas de futuro a corto plazo. Ayer hizo un recuento de la reciente historia económica nacional y creó paralelismos frente a Inglaterra, el país más insolidario de Europa, y Alemania, que no se sabe dónde está aunque básicamente sabemos que está por sus propios intereses. ¿Cómo la Merkel va a dejar caer a España, de estar en su mano, si gran parte de sus inversiones las tiene aquí en ladrillo?. Y cómo no, en ventas de artículos electrodomésticos así como en coches, alta tecnología y maquinaria diversa. Reconocía el Ministro que los recortes son "la amarga medicina" que todos tenemos que tomar para que España se recupere.
Entender que la economía es un toma y daca es la máxima y el intercambio es su carta de presentación. Aunque aquí ganan los demás por goleada. Que las penas con pan son menos y de ahí que las migajas sean más bien virtuales, derivadas de una forma de pensar y actuar que deja boquiabierto al Mundo. Somos capaces de los mejor, asombrar al Mundo con el fútbol de la roja, y de lo peor, esconder la cabeza cual avestruz cuando nos embiste la crisis de primeras, como fue el caso de ZP. Y es posible que Rajoy hasta estee momento; manda a sus generales a la batalla mientras él se queda en la retaguardia esperando un cambio de escenario o un milagro. Ese milagro que pudo producirse ayer con las manifestaciones del presidente del Banco Central Europeo. Mario Draghi: "haré todo lo posible para salvar al euro". Y como por arte de magia la prima de riesgo baja ostensiblemente al igual que los inasumibles intereses que debe de pagar España por haber vivido por encima de las posibilidades, según nuestros detractores.
Ala chita callando, los ingleses son más listos, piratas y carroñeros como siempre, dando a la maquinita de hacer libras para comprar deuda soberana de los demás e invirtiendo a precio de saldo. España es la perita en dulce que a todo buen comensal le gustaría llevarse a la boca. ¿Por qué no dijo Draghi lo de salvar al euro antes de que España llegara a esta situación?: lo van a entender, porque había que darle tiempo a los carroñeros para que acongojaran al moribundo, el problema es que el tiro de gracia les salió por la culata y, según las buenas lenguas, Rajoy, o alguien de su equipo, puso lo que hay que poner sobre la mesa para que el susto se lo llevaran otros. Así sí.
Comentarios
Publicar un comentario