Decálogo de campaña electoral
1.-Canvassing, Tupperware, reuniones colectivos y reuniones medios de comunicación. Es evidente que en una campaña local, sobre todo si el municipio es menor de cien mil habitantes, el puerta a puerta o canvassing es uno de los métodos más eficaces, como medio de comunicación directo. Es una forma de acercarse al futuro elector, con sus inconvenientes aunque también con grandes ventajas.
Entre los inconvenientes se tiene la sensación (equivocada) que la presencia de nuestro candidato/a ante un posible elector duro de otra formación puede provocar el reforzamiento del mismo en sus tesis, contrarias hacia nuestra postura. Sin embargo, ocurre que el elector duro de otra formación verá de forma positiva que nuestro candidato/a se esfuerce en llegar con su mensaje. Por supuesto, si el elector es débil o abstencionista afianzará la posibilidad de que cambie su voto hacia nosotros o piense en acercarse a votar el Día “D”; si es simpatizante reforzará su actitud preexistente hacia nuestro candidato/ a. En cualquier caso se trata de una forma de comunicación interactiva que permite el diálogo con el elector y que será muy positiva si es el p ropio candidato/a y no otro quien la desarrolla.
Por otro lado, también haremos uso de la técnica de tipo “tupp erware”; dicha técnica hace mención a reuniones puntuales de no más de quince personas. Las ventajas que obtendremos es que se establece una comunicación bidireccional e interactiva con los asistentes. Se puede celebrar en aquellos puntos donde haya pocos simpatizantes (zonas donde históricamente se han conseguido pocos votos) para reforzar a los votantes propios con la presencia del candidato/a para responder a las preguntas de los electores directamente.
Tanto en el canvassing como en el tup perware los electores tienen la oportunidad de estrechar la mano del candidato/a y establecer una relación de comp licidad. Asimismo, obtendremos como beneficio el efecto multiplicador (crear líderes de opinión) como resultado de la motivación de los asistentes, su identificación y su “compromiso” con el programa de nuestro candidato/a. Las reuniones sectoriales o con colectivos de diversa índole tiene la misma finalidad anterior.
Finalmente, las reuniones con la prensa podríamos incluirlas en la “publicity” aunque al tratarse de un método bidireccional preferimos utilizarlas como técnicas similares a las del “tupperware” aunque con algo de distancia por cuanto a los periodistas hay que ofrecerles sólo aquella información que nos interese, siempre que sea relevante; de no serlo, lo mejor es no llamarlos porque podrían entender que se les quiere utilizar y ello iría en nuestra contra. se les quiere utilizar y ello iría en nuestra contra.
Francisco Roldán, consultor político. aescop@aescop.com
Comentarios
Publicar un comentario