De entrada la única finalidad de los responsables políticos es dar soluciones a las necesidades e inquietudes ciudadanas. Curiosamente, ellos, la casta, entiende que la única finalidad es buscar problemas donde no existen. Ejemplos puedo poner muchísimos pero da igual, sería echar más leña al fuego. Se habla, mucho, sobre la relación ciudadana con la parte política y a muchos de ellos, de los últimos, se les llena la boca con la participación. Democracia participativa es el nuevo Santo Grial. En Marbella se realiza un simulacro de participación ciudadana pero se contrata a una empresa de fuera, vamos que aquí no existen empresas que puedan hacer lo mismo y más baratas, más que nada que por viajar varias veces de Sevilla a Marbella, dietas, alojamiento y manutención incluidas se entiende que sale más caro.
Nada han aprendido los actuales dirigentes de la ciudad, si antes el PP confiaba sus actos a miembros de la Gurtel, son los de ahora quienes atraen a la ciudad a sus amigos con carnet. Y así nos va, sin trabajo para los de aquí, salvo para los lameculos, los menos preparados, que saben como pegar el navajazo en la espalda que para eso sí están preparados. A los listos nos los quieren, nadie los quiere. Ayer me pasaba por un ayuntamiento cercano para pedir una reunión con un alcalde y explicarle mi proyecto de plataforma de noticias y me atendió el responsable de prensa, vamos es como meterse en la boca del lobo, se acongojan con tu experiencia y tu curriculum. Es lo que hay, que mi intención no era entrar en el Ayuntamiento como contratado sino que pedía solamente colaboración.
En fin, buscan problemas donde no existen y se asustan si se acerca alguien que es emprendedor. Algo tendrán que esconder, antes era aqeulo de sentar a un periodista a la mesa para engatusarle con el estómago, ahora cuanto más lejos mejor no vaya a ser que se entere de los teje manejes. Pues eso que nada de dar soluciones, lo mejor para ellos es generar problemas. Que aprendan de Donald Trump que ese sí que sabe buscarse enemigos y volver locos a los amigos.
Por Paco Roldán
Pte. de la Asociación Española de Consultores Políticos
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