Ya me lo temía, conozco en profundidad el desarrollo interno de los partidos políticos, donde subyace un bien, para algunos, que es el Poder. El problema es grave, siempre he planteado que un partido político jamás puede ser asambleario; por muchos motivos, pero el Poder es el peor enemigo de la asamblea y de la mano alzada. No quiero echar leña al fuego, el caso de Podemos está ahí. Que no entro ni salgo en su desarrollo y sus fines, a los cuales me acerqué en un primer momento porque me encantaba la idea de vivir el desarrollo embrionario de algo nuevo; nuevo en aquel momento, viejo en el presente. Al final, según mi tesis, el funcionamiento interno de los partidos es el mismo y está basado en la palabra mágica: Poder. Quien lo tiene lo quiere sólo para él y no es heroico compartirlo, más bien el Poder tiende a ser tacaño , no con su poseedor sino con los demás. De ahí que la bicefalia o más al mando tienda a sufrir de excesivo protagonismo y levantar sospechas en el que se considera ungido por la varita mágica. Así es, el Poder es patológico, como siempre.
Robert Green escribio un libro “Las cuarenta y ocho leyes del Poder”, la primera dice así “Esfuércese siempre por lograr que quienes están jerárquicamente por encima de usted se sientan cómodos con su sensación de superioridad. No permita que sus deseos de complacerlos o impresionarlos lo induzcan a hacer ostentación de sus talentos y de su capacidad, ya que ello podrá generar un efecto opuesto al deseado, es decir, inspirar temor e inseguridad en sus superiores. Hágalos aparecer siempre más brillantes de lo que en realidad son... y accederá a la cima del poder”. ¿Cuál es el problema?, que el subordinado considere que el Poder debe recaer en él. Así es y así será, blanco y en botella.
La política actual da asco, nos suben estratosféricamente el recibo de la luz pero no se recatan a la hora de dar, a dedo, puestazos de más de ciento setenta mil euros en Red Eléctrica, a los amigos. Y mientras nosotros quejándonos del muro de Trump mientras tenemos los nuestros con cuchillas en Ceuta yMelilla. Un desatino y un poder político que no nos merecemos. Politiqueo y del barato.
Paco Roldán es presidente de la Asociación Española de Consultores Políticos
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