Hace días me entrevistaron redactores de una agencia reconocida española y me preguntaban por la imagen de los políticos. Mi respuesta a la pregunta fue clara: ¿de qué políticos?. Porque es un hecho que algunos no dan la cara cuanto peor se van poniendo las cosas. Un jemplo: Rajoy, quien no dice nada, ni sabe ni contesta. Deja en boca de sus escuderos las soluciones para España: la mayor parte de ellas ineficaces, como se está contemplando para parar la sangría de la prima de riesgo o para crear empleo.
Hoy surge la noticia sobre la ampliación a seis meses de la ayuda a los parados de larga duración. Otro parche más para que continúe la agonía de miles de familias; al menos podrán comer. El problema surge cuando no se atisba en un futuro cercano que esas familias puedan subsistir más de los seis meses por sus propios medios. Y el Presidente desaparecido.
¿Qué imagen es la del presidente del Gobierno?, la misa que la de su predecesor: muy pobre, unida a los acontecimientos negativos y relacionada activamente con los problemas acumulados. La imagen presidencial la detemrinan los hechos ya que el Presidente no da la cara, se esconde y es lo peor que puede ahcer.
Mi recomendación: clarita como el agua de una fuente; señor Rajoy, salga a la arena. Debe dar la cara, contar la verdad de lo que sucede y aguantar el tipo que, para hacer lo que usted está haciendo, servimos casi todos, y yo me apunto cobrando la mitad; mire usted le saldría más baratito al erario público.
Y la imagen de lso demás, desastrosa; una oposición que no sabe de qué lado ponerse y políticos con mando en plaza que se echan a la calle para robar carros de la compra. Si no nos bastaba con lo que se llevaban metiendo la mano en el saco ahora se echan al súper cual bandoleros del siglo XXI.
Por eso no nos debe extrañar que la Merkel quiera mandar con mano dura en nuestro país, desde Berlín. Es que lo que no puede entender la teutona es cómo leches hemos recibido tanto y dónde nos lo hemos gastado. Porque lo que jamás entenderá la mente cartesiana de un alemán es como es posible construir aeropuertos sin aviones que aterricen, rutas y estaciones del AVE sin pasajeros, listas de personas en ERES sin haber trabajado jamás, gastarse dinero público en putas y cocaína o que los líderes de opinión sean delincuentes, energúmenos, buscavidas, lameculos y chorizos. Pero es lo que hay, yo tampoco lo entiendo y menos que sigamos votándoles (yo no por cierto).
Por Francisco Roldán, PTE. de la Asociación Española de Consultores Políticos
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