(Editorial).-No sabemos si será buen momento para dar el pésame a la familia del niño fallecido en la cabalgata de Reyes de anoche en Málaga . La fatalidad hizo que el pequeño de seis años se lanzara a por los caramelos que lanzaban desde la carroza y ni vio el peligro ni salvó el escollo de la muerte que le esperaba en una rueda del vehículo. Si los accidentes que causan muerte son siempre horribles, consternan y repudian a la vez, el que sea un inocente niño que contempla la caravana de ilusión nos llena de desesperanza.N o sabemos de quién es la culpa o si la ha habido pero resulta sorprendente que un equipo de "quince" personas de seguridad por carroza, según los organizadores, no sean capaces de contener el impulso infantil de recoger caramelos. Seguramente los Reyes Magos volverán hoy a Oriente más apenados de la habitual; está claro que la realidad siempre es más dura que la ficción, descanse en paz el pequeño Miguel . We do not know if it will be good time t...